Publicidad

 

UC - Críticas

Países: España y USA.

Año: 2014.

Duración: 97 min.

Género: Thriller.

 

Dirección y guion: Nacho Vigalondo.

Producción: Mercedes Gamero, Mikel Lejarza, Belén Atienza y Enrique López Lavigne.

Fotografía: Jon D. Domínguez.

Música: Jorge Magaz.

Montaje: Bernat Vilaplana y Sergio Rozas.

Dirección artística: Soledad Seseña.

Vestuario: Cristina Sopeña.

Distribuidora: eOne Films Spain.

 

Estreno en España: 4 Julio 2014.

Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años.

Interpretación: Elijah Wood (Nick), Sasha Grey (Jill), Neil Maskell (Chord), Adam Quintero.

 

LA INDISCRETA VENTANA DIGITAL

 

El tan esperado tercer largometraje de Nacho Vigalondo había levantado muchas expectativas, no sólo por su jugoso tandem interpretativo entre Elijah Wood y la pornstar Sasha Grey, si no por su propuesta formal, una pretenciosa pero mordaz crítica sobre los peligros de las nuevas tecnologías y mundo blogger convertido en el nuevo hombre del saco. Sorprendente y valiente, con su ‘Open Windows’ Vigalondo consigue superarse a sí mismo colocándose a la sombra de maestros como De Palma, Preminger, Wells o Hitchcock (que se dice pronto), a los que homenajea sin escrúpulos en esta modernización del thriller más clásico.




SINOPSIS: Jill, la actriz más excitante del momento, rechaza cenar con Nick, un fan que ha ganado una cita con ella en un concurso por internet. En compensación, un tipo llamado Chord, presentándose como el jefe de campaña de la nueva película de Jill, ayudará a Nick a seguir los pasos de la actriz desde su propio ordenador. Entonces comienza un juego en el que Nick descubrirá que tan sólo es un títere más en el maníaco plan ideado por Chord.


 

Vigalondo se había puesto el listón muy alto para materializar ‘Open Windows’. Prematuro oscarizable y verdadero gallo cinéfilo de corral, recogió el guante de plasmar ese temor al forever on-line y al trending topic basurero con una concepción formal muy clara: usar las nuevas tecnologías, las ventanas abiertas, el móvil omnipresente y el hackeo masivo para componer una colmena de planos donde desarrollar el más difícil todavía: un falso plano secuencia que nos permita ver la película y de paso violar la intimidad de sus protagonistas como si estuviésemos delante de un ordenador. Ante tamaña osadía, e intuyendo la peligrosa referencialidad a clásicos como ‘La ventana indiscreta’ (Alfred Hitchcock, 1954) o al pulso de Brian De Palma uno no puede si no ponerse en guardia con ‘Open Window’. Sin embargo, la película empieza a desarrollarse con una soltura soberbia y un ritmo creciente en el que la pantalla, montaje mediante, se mueve suavemente entre los distintos focos de acción logrando un verdadero panal del pánico que, al menos hasta bien entrados en el nudo de la gran farsa (porque como buen thriller no deja de ser una farsa) demuestra que su planteamiento funciona con la precisión de un reloj.



Algo pasa, sin embargo, llegados al clímax, al pico de su vorágine en el que ya está todo el pescado vendido, donde su empaque ya ha dejado de deslumbrar. Es decir, cuando ya sólo queda la historia desnuda, los huesos de un cebo que había sido sobre estimulado en demasía y que a duras penas puede sostenerse para cerrar la trama con un mínimo de decencia. Y es entonces cuando los trucos de guión y los giros tramposos empiezan a ser un lastre, y los recursos visuales a descontrolarse. A parte de eso (que no es poco), chapeau mister Vigalondo.




UC (Manu Cabrera).

TRAILER